Falta de recursos amenaza abastecimiento de medicamentos

La Asociación Colombiana de la Industria Farmacéutica (ASCIF) solicitó al Gobierno nacional y a los actores del sistema de salud para que presten especial atención al aprovisionamiento de medicamentos en Colombia, por la especulación y la falta de información que se tienen frente a este tema y pone de presente algunos temas a considerar:

Cerca del 50 % de los medicamentos que figuran en la lista vigente del Invima se encuentran en stock y son producidos sin interferencias por la industria farmacéutica nacional. Esto significa que la mitad de los medicamentos son de producción nacional y están disponibles.

La industria farmacéutica nacional se compromete a abastecer al país, especialmente en momentos críticos como fue la pandemia. ASCIF también hizo un llamado a proveer los medicamentos que actualmente no se producen en Colombia, como los medicamentos oncológicos.

Los medicamentos completamente desabastecidos, que suman un total de 35, son todos importados. Estos no son producidos por la industria farmacéutica nacional y su falta de disponibilidad se debe a la pérdida de interés comercial por parte de las casas farmacéuticas multinacionales. Estas empresas consideran que los precios del mercado local no se ajustan a sus expectativas, lo que ha llevado a la discontinuación de ciertos productos.

ASCIF asegura que no ha habido revisión de precios en los últimos dos años, lo que ha generado desacuerdos significativos entre los compradores y las EPS en relación con la oferta de compra a la industria nacional. Se destaca la necesidad de realizar revisiones periódicas de precios de acuerdo con las condiciones del mercado y las necesidades de los usuarios y el sistema de salud.

Existe una falta de recursos para cubrir los pagos de la demanda de medicamentos, lo que ha sido expresado por las Entidades Promotoras de Salud (EPS), gestores farmacéuticos, clínicas y hospitales. Esto ha llevado a un deterioro progresivo de la cartera del sector farmacéutico, lo cual impacta a la industria que financia todas las etapas de producción y funcionamiento.

Las enfermedades de alto costo, como el cáncer, el VIH, las enfermedades sanguíneas y los anticonceptivos, han sido las más afectadas por el desabastecimiento. Estas condiciones requieren tratamientos continuos y la falta de medicamentos pone en riesgo la salud de los pacientes.

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